los mayores conmovidos. Una mujer lloró. Luego se preguntó:
- ¿Cómo puedo yo llorar con un cuento de animalitos de tela?
Paco Abril, que nos acompañaba en la presentación, le respondió con palabras del poeta Ángel González:
Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
-¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
-Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.
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