Para quienes tienen el maravilloso poder de poner alas a los cuentos.
Cristina Rojo de Diego.
¿Quién no ha sentido esa sensación de “roto” que deja cualquier ausencia?
Es lo que le ha pasado al protagonista de nuestra historia, “El roto de Lagarto”
Lagarto ha
perdido a su abuelo y por eso le ha salido un roto en el cuerpo. Ha sentido
dolor y ha salido huyendo. Por el camino, otros animales han intentado ayudarle
rellenando su vacío con arena, lana, cuentos…pero, como no estaban bien
amarrados, se los ha llevado la lluvia, el viento, un ratón… Hasta que la
abuela, que ha vivido mucho y mucho sabe de rotos y descosidos, ha dado con la
solución. Le ha cosido a Lagarto un
remiendo hecho con un trocito de tela de la ropa del abuelo. Y Lagarto ha recuperado la alegría y ha
recordado todo lo que el abuelo le había
enseñado. Porque llevar el remiendo del abuelo es como llevar al abuelo dentro.
¡Bien sabía la abuela cuál era el
remedio para el dolor de su nieto!
Y es que la vida está
llena de hallazgos, pero también de pérdidas. Y de la pérdida hablamos poquito. Le damos la espalda como si no existiera y cuando llega, porque llega, no tenemos
herramientas para convivir con ella.
Y este cuento, nos puede ayudar a convivir con las ausencias y a encontrar las palabras, los hilos y los remiendos que alivien nuestros rotos.
Una historia que hablaba de rotos y remiendos pedía unas ilustraciones de tela. Mi madre, que es abuela, como la de Lagarto, y cose muy bien, se puso manos a la obra y con mucha paciencia y mucho amor ilustró el relato utilizando la técnica del Patchwork. Y las telas arroparon a las palabras del relato.
Los miembros del Grupo Escuela del que mi padre forma parte, que es abuelo, también, llevan muchos años dedicándose a la enseñanza de niños y de profes. Y han pensado que este cuento tenía que ir a la escuela y llegar a los padres, maestras, a los abuelos… Y han elaborado para ellos dos guías didácticas de apoyo y unos materiales motivadores para trabajar a través del cuento los contenidos fundamentales de la lengua: hablar, escuchar, leer y escribir; y hacerlo crítica y creativamente. Y han creado un blog para donde colgar estas guías y estos materiales para que sean más útiles y lleguen a más gente.
Y ahora, con el cuento y las guías, nos ponemos en contacto con vosotros: lectoras, maestros, padres, abuelas...; para que pongáis alas a esta sencilla narración que está deseando despegar.
Una historia que hablaba de rotos y remiendos pedía unas ilustraciones de tela. Mi madre, que es abuela, como la de Lagarto, y cose muy bien, se puso manos a la obra y con mucha paciencia y mucho amor ilustró el relato utilizando la técnica del Patchwork. Y las telas arroparon a las palabras del relato.
Los miembros del Grupo Escuela del que mi padre forma parte, que es abuelo, también, llevan muchos años dedicándose a la enseñanza de niños y de profes. Y han pensado que este cuento tenía que ir a la escuela y llegar a los padres, maestras, a los abuelos… Y han elaborado para ellos dos guías didácticas de apoyo y unos materiales motivadores para trabajar a través del cuento los contenidos fundamentales de la lengua: hablar, escuchar, leer y escribir; y hacerlo crítica y creativamente. Y han creado un blog para donde colgar estas guías y estos materiales para que sean más útiles y lleguen a más gente.
Y ahora, con el cuento y las guías, nos ponemos en contacto con vosotros: lectoras, maestros, padres, abuelas...; para que pongáis alas a esta sencilla narración que está deseando despegar.