CUMPLEAÑOS FELIZ

 FELICIDADES LAGARTITO


Hace un año, por estas fechas, acabábamos de recoger los primeros ejemplares del cuento en Soria.
¡Una gran familia le estaba esperando! Su padre, César Millán, un atípico librero-editor de Soria. Su mamá que jugó por un rato a ser escritora.  Juli, la tía artista,  que le regaló una tipografía lindísima. La abuela, María José, que le tejió, con primor, unas páginas mulliditas. El abuelo José Luis, que, con sus amigos del Grupo Escuela, inventó actividades para que los maestros trabajasen con los niños. Su hermano Pablo, que estudia en Francia y lió a su chica Marion, para hacerle una hermosa traducción al francés. La prima Marisa, que le está enseñando a hablar en portugués. Su hermanita Julia, que recita con él en las presentaciones. Los flamantes padrinos, Juan y Pedro, que le han fabricado una cajita de madera para que cuando viaje por el mundo mundial se sienta siempre como en casa. El tío José Miguel, que es más moderno, y que le montó un chiringuito en la red: elrotodelagarto.blogspot.com. Su madrina Natalia, que no ha perdido la oportunidad para enseñar la foto de su ahijado y colocar algún ejemplar. El tío David, que le ha preparado una riquísima tarta de naranja, mazapán y chocolate en el día de su primer cumpleaños....

               
Ha sido un año intenso, emotivo, lleno de regalos y de encuentros. El pequeño Lagarto ha visitado Bibliotecas, Librerías, Asociaciones Culturales, Bibliobuses y Colegios Ha viajado en su kamisibai de sur a norte, de Orihuela a Gijón, e incluso a Cauterets, en Francia. Cientos de ejemplares han salido en busca de lectores. Los niños de Navafría interpretaron su historia con títeres en el Titirimundi. Los niños de la escuelita de Futuro Vivo de República Dominicana ya están trabajando con el cuento. En Mozambique, de la mano de Jesús Torre, confiamos en que lleguen muy pronto.Voluntarios de la  Asociación Cuento Contigo recrearán el relato en su campaña solidaria de Navidad.
Hemos contado en ciudades, pueblos, frontones, atrios de iglesias románicas, rotondas...
¡Incluso estuvimos en la caseta 123 de la Feria del Libro de Madrid!

Pero lo más bonito es saber que Lagarto ya no nos pertenece, que forma parte de todas esas personas- abuelas, niños, jóvenes, mayores, maestras...-que han hecho suya la metáfora del roto, y se han emocionado con el cuento. De Lorena que se lo leyó a su abuelo cuando estaba malito. De esa niña de la Puebla que compró un cuento con sus ahorros a su mamá para sanar su roto. De esa familia madrileña que decidió leerlo el día de Nochebuena para aliviar la pérdida de un ser querido. De Fernando que ganó la batalla a la muerte y para celebrarlo creó un maravilloso Espacio en Blanco en Valladolid.

Lorena y su abuelo
este verano

Cabezatomillo lo ha incluido en su repertorio

A caminar, pequeño Lagarto, ¡que hay muchos rotos que zurcir!